Voy a comenzar esta reseña con un comentario: el peor enemigo en esta película no es el terrorista que buscan, sino la forma que ha sido mercadeada. Cuando vi el primer tráiler, pensé lo mismo que probablemente todo el mundo: “que bien, otra película donde Melisa McCarthy se cae a cada rato y grita”.
Aunque soy bien fan de su trabajo, la actriz ha sido relegada a un estereotipo de comedia muy por debajo de sus capacidades. Quienes vimos su habilidad para transmitir vulnerabilidad en la injustamente despreciada Tammy, y su versatilidad de comedia al drama como lo hace en Mike & Molly, sabemos lo que ella puede dar. Afortunadamente, McCarthy se reúne en SPY con Paul Feig (Bridesmaids), uno de los mejores creativos del momento, que escribió y dirigió esta fantástica comedia para resaltar sus fortalezas y callar a sus críticos. Una pena que los que editan los videos de promoción no estén en la misma onda.
Pero, bueno, aquí estamos para hablar de SPY, una cinta que está buenísima. No me reía tanto desde que vi 22 Jump Street, solo que con más corazón y un filoso mensaje directo a la cultura popular sobre la estupidez de subestimar la capacidad de los demás basados en su físico.
“Susan Cooper” (McCarthy) es una agente de la CIA trabajando como asistente del espía “Bradley Fine” (Jude Law). Cuando “Fine” cae durante una misión que también compromete a todos los agentes de campo, “Cooper” se ofrece como voluntaria para perseguir a la posible responsable y detener un terrible complot que envuelve una bomba sucia en venta en el mercado negro. Aparte de la actitud escéptica de sus superiores, “Cooper” tendrá que lidiar con el agente “Rick Ford” (Jason Statham), quien ha decidido meterse en el asunto contra las ordenes de la agencia.
SPY le da la oportunidad a Melissa de demostrar todas sus habilidades como la excelente actriz que es, al interpretar una mujer que ha sido relegada a una posición muy por debajo de su potencial. ¿Les suena eso conocido? “Cooper” me dio taquito en la garganta en un momento, solo para hacerme reír a toda boca en el otro, y en una forma orgánica.
Lo otro que hace a SPY funcionar tan bien es el elenco de apoyo; estoy 99% seguro que ustedes nunca habían visto a Jason Statham como en esta película; completamente absurdo y alocado pero manteniendo sus rostro serio. Por poco le roba el show a McCarthy. Eso no es fácil, y es mucho decir. Rose Byrne también nos divierte como la insoportable “Rayna”, Allison Janney es tan fantástica como siempre, y Miranda Hart nos conquista como la dulce y extraña “Nancy”.
En las manos de muchos otros directores, esta historia se hubiera complacido con algunas escenas gratuitas de caídas y gritos. Paul Feig nos da una aventura que combina comedia absurda, una conmovedora historia superación personal y buenos momentos de tensión y acción. Es la mejor película que ellos han hecho juntos y si es alguna indicación de Ghostbuster 4, no puedo esperar. No se la pierdan, ¡ridículamente recomendada!
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Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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