Resumen Game of Thrones: The Watchers in the Wall (S0309)

“Llega la noche, y empieza mi guardia. No cesará hasta mi muerte. No tomaré esposa, ni tendré tierras, No seré padre de ningún hijo. No obtendré coronas, ni buscaré gloria alguna. Voy a vivir y morir en mi puesto . Soy la espada en la oscuridad, el vigilante en la Muralla. Soy el escudo que defiende los reinos de los hombres. Comprometo mi vida y el honor de la Guardia de la noche, para esta noche y todas las noches por venir.”

–El juramento de los Night’s Watch

Wow!. Más que un resumen, este capítulo merece una reseña, porque lo que Game of Thrones nos dio esta semana fue prácticamente una película. Tal como predije en el resumen anterior, el noveno episodio de esta temporada fue dedicado exclusivamente al ataque de los salvajes a La Muralla. Algo que la serie no hacía desde Blackwater, el 9no de la segunda temporada. Game of Thrones nos entrega el capítulo con más acción desde aquella batalla en King’s Landing y nos recuerda que esta es también una historia de héroes y emociones.

Como siempre decimos, este resumen incluye spoilers

| Sigue los resúmenes de la cuarta temporada de Game of Thrones, aquí.

GAME OF THRONES: THE WATCHERS IN THE WALL

Sam y Jon conversan en el tope sobre Ygrette, Gilly y el amor. Extraño tema antes de lo que posiblemente pudiera ser la peor –y última– noche de sus vidas pero, es la calma antes de la tormenta. Un búho los observa mientras bajan, resulta que uno de los Thenns también es un Warg y está esperando la señal que prometió Mance Rayder (“¡prenderé el fuego más grande que ha visto el norte!”).

Ygrette también conversa, o mejor dicho, se harta de escuchar la historia de Tormund sobre la vez que supuestamente tuvo relaciones con una osa. Algo raro de lo cual esta orgulloso pero, hey! esto es un mundo de dragones, wargs y monstruos asesinos de humo. Styr, el líder de los Thenns la provoca al sugerir que no matará a Jon Snow. Ygrette no solo lo promete, amenaza con matar a quien trate de hacerlo antes que ella. ¿Estará todavía molesta con Jon?

En vez de dormir, Sam se metió a la biblioteca a buscar información sobre los salvajes, aún tiene cargo de consciencia sobre Gilly. El Maester Aemon le explica sobre lo importante que es mantener el enfoque en lo necesario, “el amor es el fin del deber” le dice el anciano. Gracias, Maester Coehllo. En camino a su cuarto, descubre que Gilly está viva y pidiendo santuario, luego de escabullirse sin que los salvajes que atacaron Mole’s Twon la vieran. Se alegra tanto de verla viva que le promete que siempre estará con ella. Ay Sam.

El chico la esconde en un pequeño almacén. Gilly protesta que la va a dejar sola, Sam le explica que estará pendiente de ella pero, tiene que pelear con sus hermanos. “Eso es lo que hace un hombre” dice Sam para luego besarla decididamente. ¡Eah rayo!. Que lejos está el Sam que lloraba cualquier cosa. Algo distinto de los libros donde Sam sigue siendo igual de cobarde e inseguro pero, es difícil argumentar en contra cuando John Bradley lo interpreta tan perfectamente.

Dos sonidos de trompeta. Se acercan los salvajes desde el norte. Tal como lo prometió Mance, el fuego es enorme. Aumentan los preparativos para la defensa en el tope de La Muralla; arqueros, barriles de aceite y ballestas gigantescas son puestas en posición. Jon Snow reporta el progreso a Alliser Thorne que mira hacia el norte por donde se acercan los salvajes y le admite que debió clausurar el túnel como Jon sugirió. Después que le vio los huevos al perro, supo que era macho. Se odiaran mutuamente pero, Alliser le deja saber que esa noche pelearan como hermanos… y después se volverán a odiar.

La fortaleza principal de esta historia y la serie en general siempre ha sido sus personajes y la forma en que se relacionan. Al igual que en la vida real, es en los momentos difíciles que se ve el carácter verdadero, y Game of Thrones vuelve a ponernos en la extraña posición de apoyar un personaje que anteriormente habíamos despreciado. Alliser Throne demostró porque era un alto oficial al luchar con valentía y decisión.

Los primeros salvajes se dejan ver frente a la muralla. Son como unos 1,000 incluyendo dos gigantes y un mamut. Aun con toda la tensión, tenemos un momento jocoso cuando Grenn deja caer uno de los barriles y Alliser le da un buen regaño. La risa no nos dura mucho cuando se escuchan otros dos trompetazos: hay más salvajes atacando el castillo por detrás, llegaron Tormund, Ygrette y los Thenns. Los arqueros hacen lo mejor que pueden pero, como quiera logran penetrar al castillo. Alliser decide bajar a enfrentarlos y deja a Janos Slynt a cargo de La Muralla ¿Qué? ¿Por qué no dejó a Jon Snow?

Ser Alliser llega a donde los hombres del castillo y les da un buen discurso antes de comenzar la batalla con los salvajes. Comienza el caos. Los salvajes son más y entran furiosos, pero los Centinelas tienen armadura y son disciplinados por la mayor parte. Aun así, se matan de parte y parte. Tormund entra al castillo y mata todo lo que se le pone en frente. Es un buen guerrero y sabe usar su tamaño y su fuerza.

Al frente de la Muralla, la cosa no está tan buena tampoco. Los salvajes comenzaron su ataque, algunos comienzan a trepar mientras que el resto, incluyendo gigantes y mamut se acercan a la entrada para romperla. Janos Slynt demuestra que es una porquería de líder cuando ni siquiera quiere creer que hay gigantes. Grenn prueba que no es tan bruto como dicen cuando le miente al decir que Alliser lo mandó a llamar abajo. Ahora, Jon Snow está en comando. Flechas vuelan de parte y parte, incluyendo las de un gigante que hacen volar a algunos centinelas.

Slynt llega abajo pero, cuando ve lo mal que va la batalla, decide correr y esconderse como el inútil cobarde que es, justo en el mismo cuarto donde se encuentra Gilly. Pyp y Sam tratan de igualar la lucha usando ballestas pero, luego de matar uno, Pyp apunta, ZAP! Es el quien recibe un flechazo en el cuello cortesía de Ygrette que es mucho más rápida y mejor arquera. La primera muerte de un personaje conocido y un triste momento mientras lo vemos morir en brazos de Sam.

Los gigantes y el mamut llegan hasta la compuerta y comienzan el proceso para destruirla. Jon envía a Grenn y cinco hombres para que mantengan la entrada por si logran entrar. Luego ordena que lancen los barriles con aceite. Mientras tanto, Alliser se encuentra con Tormund y comienzan un duelo. De nuevo vemos evidencia de mejores valores de producción pues es una tremenda coreografía, lamentablemente Tormund logra herir a Alliser que es llevado hacia adentro del castillo gritando que protejan la entrada.

Sam coge la ballesta de su amigo caído y corre hacia el patio, vemos uno de los Thenns yendo hacia pero, el tipo logra disparar justo a tiempo y en medio de los ojos. Luego se dirige hacia arriba de la Muralla y le ordena al chico que la está manejando, el único sobreviviente de una de las masacres de los salvajes en camino al castillo, que pelee si es necesario.

El aceite que tiran al mamut y los gigantes funciona, la explosión es suficientemente fuerte para alejar al mamut y con una gran flecha matan a uno de los gigantes. El otro se enfurece y comienza a levantar la compuerta. Arriba, Sam le pide a Jon que baje a detener los salvajes en el patio pues Alliser está herido. Jon deja a Dolorous Ed a cargo.

Llega el mejor momento de la noche: Grenn y los cinco centinelas que entraron al túnel ven como el gigante logra levantar la compuerta y entrar, solo una reja los separa. Obviamente están muertos de miedo al ver el gigante corriendo hacia ellos pero Grenn está decidido a mantener la reja y comienza a recitar el juramento de los Night’s Watch. Extremadamente parapelos.

Jon entra a la batalla pero antes, le pide a Sam que libere a Ghost. Jon demuestra que es el hijo de Ned Stark cuando comienza a matar salvajes mientras la serie nos da una mirada a la batalla con una espectacular toma de lado a lado. Sam libera a Ghost “te necesitamos, chico”. La bestia no pierde tiempo para atacar salvajes.

Styr ve a Jon y comienza la pelea. Ambos luchan bien pero, el tamaño y la fuerza del líder de los Thenns es suficiente para desarmar a Jon y casi matarlo hasta que el centinela usa un martillo de herrero y se lo entierra en la cabeza. Jon se vira y encuentra a Ygrette justo frente a él con el arco y flecha listo para matarlo. Ygrette juró que no dudaría pero, Jon le da su sonrisa triste. Los nervios de los televidentes deben estar a flor de piel, en esta serie nadie está a salvo. ¿Ygrette matará a Jon? Jamás lo sabremos pues de la nada, una flecha atraviesa a Ygrette por el pecho. El chico cuyos padres Ygrette asesinó algunos capítulos atrás consigue su venganza y cumple lo que Sam le pidió.

Por una última vez, Jon toma a Ygrette en sus brazos.

Ygrette: “Nos debimos quedar en aquella cueva”

Jon: “Volveremos a estar allí”

Ygrette: “No sabes nada, Jon Snow”

Jon la abraza mientras ella da su ultimo respiro y la batalla comienza a terminar a su alrededor. En el tope de la muralla, Ed decide que los escaladores ya están demasiado arriba y ordena soltar el arma secreta: una enorme y filosa guadaña escondida debajo del hielo que aniquila por completo a los salvajes. Los que quedan abajo deciden retirarse mientras que abajo el único que queda es Tormund, quien se niega a rendirse. Un flechazo en la pierna lo tumba y Jon ordena que lo encierren.

Tormund: “¡debí lanzarte del tope de la muralla cuando pude!”

Jon: “Sí. Debiste hacerlo”.

Llega la mañana. Sam menciona la gran victoria pero, Jon sabe mejor que eso, Mance tiene aún más soldados, gigantes y mamuts. Solo hay una forma de detenerlos: matando a Mance. Sam protesta pero, Jon está decidido, sabe que sin su líder, el ejército de los salvajes se dispersará. Ambos caminan hacia la salida del túnel y encuentran a su amigo Grenn y los cinco valientes junto al gigante. Todos muertos. Cumplieron su juramento con sus vidas.

Jon le entrega “Longclaw”, su espada valeria a Sam “por si no regreso”. Sam la toma, lo mira y le pide, casi en suplica: “regresa”.

Luego del final tan depresivo que tuvimos la semana pasada, “The Watchers in the Wall” fue un bienvenido cambio en el tono. Mucha acción, momentos de heroísmo y escenas de intensas emociones. Jon Snow, de ser uno de los personajes peor manejados en la serie, se ha convertido en el líder que conocemos y admiramos de los libros.

Este ataque lo estuvieron anunciando desde la tercera temporada y a cada momento repetían lo importante que era detenerlo. Fue un espectáculo visual, un ejemplo perfecto de lo que es dominar el ritmo de una historia. Rápido cuando lo tenía que hacer, lento cuando necesario. El director de “The Watchers in the Wall” fue Neil Marshall, el mismo que dirigió “Blackwater”, solo que esta vez tuvo mayores recursos de presupuesto, lo que permitió mejores valores de producción y unas impactantes tomas de La Muralla, el norte y las batallas. Casi da ganas de que vuelvan a hacer “Blackwater” con el nuevo presupuesto.

La semana que viene llega el momento que todos temimos: el final de temporada. Por un lado, pensar que tenemos que esperar diez meses para que volver a ver el mundo de Westeros y más allá, es desesperante. Por otro, significa que por fin veremos varios momentos que llevo un año esperando. Ya se los he dicho y vuelvo a hacerlo: si no pueden ver el capítulo al momento que lo transmitan, manténganse alejados de las redes sociales. Predigo muchas quijadas en el piso y otra explosión del internet.

¿Qué les pareció Game of Thrones: “The Watchers in the Wall“?

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