Soy un fan confeso de las películas de acción, tanto por gusto como nostalgia; no sé cuántas veces vi las películas de Lethal Weapon, Robocop y Rambo (“¡en estreno”!) porque eso era lo que mayormente pasaban por los canales locales. Por eso anticipaba el estreno de Jack Ryan: Shadow Recruit, que prometía un filme lleno de intriga, persecución, peleas y tiros. Afortunadamente el filme me complació gracias a una dirección que hace lo mejor que puede con un libreto que deja mucho que esperar.
Jack Ryan (Chris Pine) es un veterano de la guerra en Afganistán que es reclutado para convertirse en agente de la C.I.A. por Thomas Harper (Kevin Costner), quien está muy interesado en su impresionante habilidad para buscar y analizar información que para otros parece invisible. Jack termina descubriendo un peligroso complot ruso que amenaza con destruir la economía de Estados Unidos en más de una forma. Jack tendrá que superar su pasado para detenerlo mientras lucha por mantener su relación con Cathy Muller (Keira Knightley), la mujer que tanto ama.
Otra confesión que debo dar es que no he leído ninguno de los libros de Tom Clancy sobre Jack Ryan y la única de las películas con el personaje que he visto es The Sums of all Fears, con Ben Batffleck así que no conocía mucho del personaje antes de ver Shadow Recruit. Pienso que eso es una ventaja pero, si no lo es, pues mala suerte para ustedes que me están leyendo.
Lo que sí puedo decirles es que si esperan una versión americana de James Bond, mejor busquen en otra parte: mientras 007 es un dandi repleto de seguridad que parece disfrutar de los momentos de tensión mientras se lleva enredada cuanta falda se le aparece de frente, Jack Ryan es un hombre deseoso de tener una familia con Cathy, servir a su país y que prefiere mantener su posición encubierta en alguna oficina de Wall Street.
Eso no significa que el tipo no sea heroico o emocionante, todo lo contrario: Shadow Recruit es un recomienzo de la historia y como la mayoría de los principiantes, Ryan se ve abrumando con la fuerte y cruda realidad de lo que significa ser un agente operacional. Chris Pine demuestra que no solo sabe interpretar tipos pedantes en el espacio, su Jack Ryan es un soldado efectivo tanto mental como físicamente pero, mantiene su humanidad y Pine lo expresa excelentemente. Este nuevo Jack Ryan no es un asesino por diversión, una de las mejores secuencias del filme es precisamente cuando tiene que lidiar con el impacto emocional de la primera muerte por sus manos.
El mayor crédito de esta película se la lleva Kenneth Branagh que tomó un libreto sin substancia e impacto y sacó buenas actuaciones y tremendas secuencias de acción y persecución. Jack Ryan: Shadow Recruit está muy bien actuada, desde el conflicto emocional de Ryan, que tiene que bregar con un seco Costner, una hermosa y carismática pero, cuidadosa Knightley y un villano (Branagh) completamente decidido a cumplir su misión de destruir la economía de Estados Unidos. Lamentablemente, parece que Kenneth se enfocó tanto en hacer lo mejor que podía con el libreto que tenía, que descuidó su “Cheverin” y lo rebajó a “villano Bond genérico”.
Y ahora que dije Estados Unidos, llego al punto que me distrajo bastante durante la película. Ahora mismo los servicios de inteligencia están bajo fuego constante por las controversias de seguridad y vigilancia versus libertad civil. Realmente esperaba que si este nuevo Jack Ryan esta situado en un Estados Unidos post 9-11, el libreto cubriera los conflictos morales de trabajar para agencias que han hecho tanto daño en nombre de la defensa del país, específicamente las torturas. El guion menciona eso en exactamente tres líneas de diálogo durante el principio y nunca más. El mensaje fue claro: “si se han hecho cosas malas, no fuimos nosotros, fueron otros C.I.A., nosotros somos los buenos y san se acabó” (‘MURICA!). Jack Ryan: Shadow Recruit no es una película que le interese discutir todos los conflictos mencionados, es puro cine escapista y así se establece desde el principio.
Resumiendo todo lo que acabo de hablar, aunque el guion no pasa de ser genérico, una dirección firme y buenas actuaciones convierten a Jack Ryan: Shadow Recruit en un excelente comienzo del 2014 para los fans de acción. Tarda un poco en arrancar pero, cuando lo hace, la intriga, acción, emoción y tensión continúan hasta el final. ¡Recomendada!
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Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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