Si juzgo una comedia por cuanto me hizo reír, The Hangover 3 se lleva el Oscar de mi corazón. O mejor dicho, de mi diafragma que fue el que estuvo moviéndose por la risa desde que empezó hasta que acabó. Habiendo dicho eso, nada como la original.
Esta vez no hay boda ni despedida de soltero. Bueno, más o menos*. Cuando el comportamiento de Alan (Zach Galifianakis) causa demasiados problemas, incluyendo la muerte de su propio padre, su hermana reúne al resto del “Wolfpack” para que ayuden a convencerlo a ir a una clínica en Arizona donde lo podrían ayudar y devolverlo a sus medicamentos. Stu (Ed Helms), Phil (Bradley Cooper) y Doug (Justin Bartha, A.K.A. “el único que no se hizo famoso con esta franquicia”) se ofrecen a llevarlo, pero los planes cambian por completo cuando los interceptan en el camino y secuestran a uno de ellos (adivinen cuál). El responsable es un criminal llamado Marshall (John Goodman) que les exige que encuentren a Mr. Chow (Ken Jeong) —quien se ha escapado de su prisión en Bangkok— ya que este le robó la mitad del enorme botín de un trabajo que había salido perfectamente. Con solo tres días antes de que maten a su amigo, el “Wolfpack” tendrá que capturar a Chow y recuperar el dinero.
Entonces, ¿cambiaron la fórmula para esta parte? Sí y no. Luego de hacer lo que fue prácticamente un “remake” con la segunda, en esta ocasión no hay drogas que causen una noche olvidada y tener que repasar los eventos. Por otro lado, están buscando a alguien, la comedia sigue siendo igual de absurda, física, vulgar e impropia y el libreto vuelve a depender casi por completo de Galifianakis como Alan, el tipo más imprudente de la historia y Ken Jeong con todavía más tiempo en escena que en las anteriores, para soltar toda la vulgaridad posible en su único estilo. Si al contrario, no soportas a estos dos, pues proceda con cuidado porque sería como ir a una reunión de la clase graduanda donde la única gente que veas son los que no aguantabas. Ed Helms cumple de nuevo con simplemente ser el tipo que reacciona exageradamente a lo que está pasando y Bradley Cooper es otra vez el objeto de la incómoda obsesión de Alan.
El director Todd Phillips vuelve a probar lo bueno que es manejando la comedia aunque dista mucho de la astucia escondida en Old School o de las sorpresas que nos dio la primera Hangover, lo cual tiene sentido ya que ninguno de los escritores originales tuvo que ver con el libreto. Este filme está diseñado a ser el cierre de un ciclo, pues refiere a eventos de la primera mucho más que la segunda. De hecho, si no existiera la segunda parte, hubiera sido más significativa.
Regresando a lo que dije al principio, The Hangover 3 me hizo reír desde la primera hasta la última escena y eso es lo que yo quiero cuando veo una comedia, no esperaba nada complicado y eso fue lo que obtuve. Si te gustaron las primeras dos, no lo pienses mucho; ve a verla y trata de que sea con mucha gente, esta es una película para disfrutarse en grupo. Tres jirafas…y media, de cinco.
*No te vayas rápido, hay una escena después de los créditos principales.
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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