Ayer se estrenó en la Isla la secuela de la película Clash of the Titans la que ahora se titula Wrath of the Titans. Protagonizada nuevamente por Sam Worthington en su personaje de “Perseus”, Liam Neeson como “Zeus” y Ralph Fiennes en su papel de “Hades”.
Esta vez con la dirección de Jonathan Liebesman la película no tiene mucha diferencia a lo que vimos en la cinta del 2010 en la que quedaba en manos de “Perseus”, el hijo bastardo de “Zeus”, el evitar que criaturas del inframundo dominaran la Tierra. Nuevamente “Perseus” debe enfrentarse a criaturas mitológicas y enfrentarse a sus propias inseguridades como humano para salvar a su padre de la maldad de “Cronos” que ha sido liberado por el malvado “Hades” y “Ares” [el hijo legítimo de “Zeus”].
Ya habiendo visto la primera película iba más que advertida a lo que podía ver pero con eso de que había cambio de director y guionista guardaba un poco de esperanza y esperaba que quizás compensara el fallo tan grande que había cometido Lous Leterrier cuando dirigió la película inicialmente que fue el concentrarse en desarrollar una película de grandes efectos especiales que no lograron distraernos al punto de llegar a perdonarle el pobre desarrollo de la trama.
Una vez más tenemos una película en pantalla que muestra grandes efectos especiales, buenísimos diría yo, pero que no se aleja mucho de lo que fue Clash of the Titans. La historia aunque tiene ciertas variantes continúa usando la misma fórmula. El hijo ilegítimo de “Zeus” que canaliza los poderes que le han sido heredados por su vínculo con el Dios y a su vez busca sacar fuerzas de donde no las hay para derrotar literalmente lo que sea.
El problema no es de actuaciones, sabemos que los protagonistas son grandes actores que hemos visto a lo largo de su carrera que talento les sobra. Liebesman es un director que va en camino a ser el próximo Michael Bay, pretende presentarnos una película de mucho nombre, muchos efectos visuales pero que realmente puede que sirva para matar el tiempo y entretenernos sin deslumbrarnos. Juzgando desde el punto técnico hubo fallos de movimientos de cámara muy bruscos e innecesarios y en ocasiones con luz muy pobre en momentos que no le favorecía.
Wrath of the Titans es una simple película que solo logra mantener al espectador entretenido con sus efectos especiales por que si fuera por la predecible historia y su irrelevante diálogo se resumiría en dos palabras, fracaso total.
De una vez aprovecho para hacerles un recordatorio de que Liebesman [el director de esta película] será quien estará dirigiendo la nueva película de Teenage Mutant Ninja Turtles en conjunto con Michael Bay como productor. Estamos advertidos.
Desde muy niña descubrí que el cine sería una de mis más grandes pasiones y aspiro a transmitir la misma pasión a cada testigo de mis escritos. Amante del cine en toda su gloria y traiciones. Siempre busco esa obra que logre evocar grandes emociones, ya sea a través de su dirección, su historia o sus actuaciones. Cuando estas últimas se alinean en armonía todo se vuelve magia y la espera habrá valido la pena.
3 Comments
@JEscudero es difícil pero no imposible…. La película se deja ver, entretiene pero es del montón…
@JEscudero Cinéfilo es cualquier persona aficionada al cine.
@JEscudero difiero enormemente de ti. O sea, puede tener los mejores efectos del mundo y ser una basura. ¿Dónde dejas los clásicos de antes que en nada comparan con la tecnología de ahora? Te digo más, Gustó más Clash of the Titan la original que la porquería que hicieron luego.
Quizás a lo que te refieres es que como aficionados nos fijamos en todo los detalles y no nada más en que la acción sea buena y tenga buenos efectos especiales.
Yo igual no le tenía muchas esperanzas así que la veré luego.