En estos tiempos en los que la creatividad parece ser un recurso escaso ni Disney se ha salvado de tener que ir a explotar la mina de la adaptación. Esta vez recurriendo al primer volumen [A Princess of Mars] de la serie Barsoom del gran escritor americano Edgar Rice Burroughs, nos traen John Carter [John Carter of Mars].
Debo confesar que no soy muy fan del género de la fantasía y cuando escuché que Disney estaría haciendo otra adaptación [“they didn’t had me at hello”] pero considerando lo grandiosas que son las historias de Burroughs [el creador de Tarzán] no puedo negar que me dio curiosidad.
La historia de John Carter es una magnífica, llena de aventura y acción y encierra cierto encanto que puede llevar a uno a acordarse de las historias que nos hacían nuestros abuelos en la infancia y ésta al ser una antigua, guarda cierta frescura ya que en lo que es realmente original no hay espacio para lo trillado. Disney tenía en sus manos una gran historia, ahora la pregunta es ¿logró Disney realizar una gran película?
En resumen, en esta adaptación de Disney, John Carter [Taylor Kitsch] es un veterano de la guerra civil americana que perdió a su familia y solo pasa sus días en busca de una gran mina de oro la cual nadie le cree que existe. Cuando un día al fin la encuentra descubre un guardián alienígeno [Thern] dentro de la cueva y luego de quedar inconsciente viaja al planeta Marte, mejor conocido como Barsoom, por medio de la proyección astral.
En su viaje descubre la existencia de diferentes razas entre ellas los “Tharks”, unos marcianos verdes, gigantescos, de cuatro brazos que capturan a “Carter” ya que al jefe de la tribu “Tars Tarkas” [Willem Dafoe] al ver lo hábil que es “Carter” piensa que podría ser útil para ayudarlos a tomar el poder y gobernar Marte. Por otro lado, la guerra de poderes que existe entre Helium y Zodanga continúa y mientras los habitantes de Helium buscan una solución para retomar el poder que ha tomado el gobernante de Zodanga con un arma que le han dado los “Therns”.
John Carter consciente de que ese no es su mundo está en el medio como quien no quiere la cosa, dejando que todo el mundo se pelee a pesar de ser lo suficientemente fuerte y su innata alma de guerrero. Solo está para luchar por él, defenderse y sobrevivir para encontrar la manera para regresar a su hogar. A Carter no le interesa involucrarse hasta que ve que la Princesa Dejah [Lynn Collins] está en peligro y decide poner en práctica sus habilidades.
En un principio la cinta no logró atraparme con la manera en que comenzaron a contar la historia, me distrajo todo menos la trama, entre el vestuario y una estética que me hizo recordar una de las últimas películas de Disney, Prince of Persia: The Sands of Time, comencé a perder las esperanzas y el interés.
Siendo una historia tan épica e interesante con mucha, muchísima tela para cortar el fallo fue en saber cómo adaptar esta historia que pudo haber usado un poquito más de análisis y edición a la hora de decidir qué querían que conociéramos como espectadores. Hubo partes que fueron innecesarias, otras que simplemente no supieron abarcar y nos dejaron deseosos de conocer más.
Si algo impecable tuvo John Carter fue la banda sonora compuesta por Michael Giaccino, que se ha convertido en uno de mis directores favoritos, y que sin saber que es él le reconozco, su labor es excelente al punto de haber llegado a cerrar los ojos por instantes para solo disfrutar de la música sin distracciones que me estorbaran.
No puedo decir que John Carter es una mala película porque sin duda es entretenida y le sobra algo que a muchas cintas de estos tiempos les falta, ambición. A pesar de haber comenzado no tan bien llega un punto en el que da un giro en el que te cautiva y te emociona, es una pena que no haya tenido ese momentum desde un principio. En fin, para contestar mi pregunta inicial, Disney realizó una película buena mas no excelente. John Carter se deja ver, no es perfecta pero le sobra corazón y no se puede negar que aunque no fue completamente consistente tuvo momentos súper épicos.
Desde muy niña descubrí que el cine sería una de mis más grandes pasiones y aspiro a transmitir la misma pasión a cada testigo de mis escritos. Amante del cine en toda su gloria y traiciones. Siempre busco esa obra que logre evocar grandes emociones, ya sea a través de su dirección, su historia o sus actuaciones. Cuando estas últimas se alinean en armonía todo se vuelve magia y la espera habrá valido la pena.
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